La lingüística y yo (parte I)
Aprendí a leer muy de niño. En mi salón de kinder había un niño llamado Lee. Y un día repartieron comunicados y la profesora dijo que faltaba el de Lee, y yo le dije que yo lo tenía porque mi comunicado decía Lee, pero ese Lee era del verbo leer y no del nombre "Lee" de mi compañero. Ahí entendí que una misma secuencia se podía leer de dos formas diferentes dependiendo de la lengua. Una vez estaba en el patio de mi casa jugando conmigo. Tendría unos 6 años o 7 a lo mucho. Y me hice la siguiente pregunta: ¿cómo hablo yo? ¿Cuál es mi manera de hablar? Yo conversaba conmigo mismo siempre, y por eso imitaba múltiples voces de todas las versiones que replicaba. De pronto quise quitar todos esos usos y saber cuál era mi verdadera voz, y no la encontré. Y me puse a llorar porque "no tenía voz". En mi primer colegio, un año se turnaban en los salones primaria y secundaria. Era en cuarto grado cuando vi el periódico mural que habían armado los "mayores" y ponían ...